
PASCUAL (JUAN MANUEL VICUÑA CORREA)
Palabras al recibirlo como Poto Colorado
Nació una noche de Navidad por eso le decimos Pascual es un gran tipo, muy especial más bien un hombre tremendo buen amigo, siempre sonriendo y como primo es fenomenal.
Juan Manuel con las penas se agiganta y nunca esconde lo que siente su alegría se ve constantemente! De espíritu positivo y gozador es maestro en las cosas del amor Pascual vive en forma ardiente!
En este grupo de buenos amigos de cordilleras conocedores jinetes de montaña, los mejores siempre ha sido muy bienvenido nuestro predicador tan querido de altura y bondad superiores!
Nos acompaña desde hace rato a paseos y comidas va encantado sin condiciones, pa cualquier lado se ha ganado de todos el cariño por eso a este gran hombre-niño lo nombramos hoy Poto Colorado!
Palabras al despedirlo en nombre de los Potos Colorados
7 de Junio de 2025
P A S C U A L
Hola, buenos días!
Me cuesta estar aquí… pero creo que la alegría que se contagia de lo que hemos oído, es muy importante! Y voy a partir… Alfredo terminó con una anécdota, yo voy a partir con una anécdota.
Hace unos días atrás estábamos con la Ximena en la clínica, y entró el doctor, nos pusimos a conversar, él explicó varias cosas que tenía que decir. Y Pascual le dijo: “Mire doctor, si me tengo que ir, déjeme irme nomás, no me haga niún tratamiento raro, ni cosas que no quiero quedar después que me tengan que cambiar pañales, así que déjeme irme nomás!” El doctor le dijo “¿Te quieres ir?” “Bueno, no me importa, no me importa nada!” Yo le dije, “Pero Pascual, cómo te vay a ir, si los Potos Colorados te tenemos el caballo ensillado, esperando…” “Ah, doctor, sabe qué?, no, me tienen el caballo ensillado, así que no, no me deje irme, arrégleme nomás!”
Él era así, él era así!
Yo quería decir que es muy difícil para mí despedir a Pascual, mi primo querido y mi muy cercano amigo, y es muy difícil decir algo sobre él que ya no se haya dicho.
Crecimos juntos, pasamos la infancia y la juventud juntos, vivimos juntos. Pasó el tiempo y llegó a ser un Poto Colorado, grupo en nombre del cual digo estas palabras, que son palabras de admiración y agradecimiento!
Siempre alegre, con esa alegría contagiosa suya, no importa qué tan difíciles y duros los tiempos, siempre tenía espacio para esa sonrisa que le llenaba el cuerpo, que le llenaba los ojos, que nos transmitía a cualquiera que estuviera cerca, lo conociera mucho o no.
En nuestros paseos y cabalgatas destacó siempre, con su buen humor, con su infinita buena voluntad, siempre preocupado por los demás, de lo que pudiera cualquiera necesitar, dispuesto siempre a lo que fuera menester para resolver problemas ajenos.
Pero no puedo terminar sin destacar dos cosas suyas que a mi me parecen muy trascendentales:
Primero, su nobleza y su bondad. Era un príncipe, un hombre noble, muy noble, de alma noble y e gran bondad, en su escala de valores estuvieron siempre los demás primero, los demás segundo y los demás tercero. Derecho, siempre correcto, verdadero y confiable a ciegas! Generoso como pocos, lo daba todo, todo. Y sus cuatro hijos son nobles como él, Juan Manuel, Nicolás, la María Josefina y Pascual, y eso habla de su capacidad de prolongarse en los demás, de darse a sí mismo, aunque sin nunca olvidar el rigor. Para consigo mismo y para con los demás. Su familia entera es hecha de personas de rigor.
Segundo, su amor. El amor fue el centro de su existencia. El amor por el mundo, por la Naturaleza, por el Creador, por los demás, por esa Ximena de su vida, por sus hijos… Él era dueño del amor, de regalar amor, de compartir amor, por todos los suyos y por nosotros sus amigos, entre los que orgullosamente incluyo a nuestro grupo de los Potos Colorados.
Su gusto por las cosas finas, la buena comida, las cosas bien hechas, todo, todo era puro amor, a chorros, en sus múltiples actividades, que ya han sido aquí relatadas.
Pascual respiraba amor, era dueño del amor, y nos lo hizo sentir a cada uno de nosotros. Todos estaban antes que él!!!
Vamos, Pascual, nos consuela saber que hoy estás mucho mejor que la semana pasada, y nosotros, tus amigos te encomendamos a Dios, para que te cuide como te mereces!!!
Mi querido Pascual, te quisiera dar un abrazo…!!!
Palabras de Patricio Schmidt Correa